martes, 16 de septiembre de 2008

La Torre Oscura 3 (fragmento)


"... Ella había empezado a respirar con rapidez, y su pecho se alzaba y caía en veloces sacudidas bajo la canana del pistolero con su pesada carga de balas. Sus ojos ya no miraban hacia él; se habían vuelto hacia las lascas de piedra moteadas de mica. A sus espaldas, y a cierta distancia, un árbol se astilló y cayó al suelo. Más cornejas graznaron en el cielo. Absortos en el juego que ya no era juego, ninguno de los dos se dio cuenta.

-¿Ah, sí? -jadeó ella-. Conque sí, ¿eh?

-Así es. Ahora di la lección, Susannah, y sé certera.

Esta vez las palabras se desprendieron de sus labios como pequeños fragmentos de hielo. La mano derecha le temblaba ligeramente sobre el brazo de la silla de ruedas, como un motor al ralentí.

-No apunto con la mano; aquella que apunta con la mano ha olvidado el rostro de su padre.

Apunto con el ojo.

-Bien.

-No disparo con la mano; aquella que dispara con la mano ha olvidado el rostro de su padre.

Disparo con la mente.

-Así ha sido siempre, Susannah Dean.

-No mato con la pistola; aquella que mata con la pistola ha olvidado el rostro de su padre.

Mato con el corazón.

-¡Pues entonces MÁTALOS, por la gloria de tu padre! -gritó Roland-. ¡MÁTALOS A TODOS! "