lunes, 29 de diciembre de 2008

La Torre Oscura 6 (fragmento)


(...) En la tierra de la Memoria, el tiempo siempre es Ahora..
En el reino del Tiempo Atrás, los relojes marcan las horas, pero las manecillas no se mueven.
Existe una Puerta Ignota.
(Oh, perdido)
Y la memoria es la llave que la abre.
Se alojan en un hotel de carretera llamado Blue Moon (...) Se quedan en el hotel de carretera Blue Moon. Algunas veces, por las noches, salen afuera, a la parte de atrás, y Delbert Anderson se lleva su guitarra y cantan.
(...) En la tierra de la Memoria y en el reino del Tiempo Atrás, cantan con la sangre caliente de su juventud (...)
Odetta comienza y Delbert Anderson toca; ella canta
-: Soy una mujer de penar constante... No hay días que los problemas no me hayan acompañado... Le digo adiós... al viejo Kentucky (...)
Mia oye cantar su canción a la mujer que se convertirá en Susannah (...)
Los oye cantar.
Por toda la Tierra estoy llamado a errar... Bajo la tormenta y el viento, bajo el granizo y la lluvia... Estoy llamado a coger ese ferrocarril del norte... Que te vaya bien mi amor verdadero...
Es su canción entre los hierbajos del hotel de carretera Blue Moon, es su canción bajo la luna.
Nunca volveré a ver to rostro...

viernes, 26 de diciembre de 2008

The blower's daughter


And so it is
Just like you said it would be
Life goes easy on me
Most of the time
And so it is
The shorter story
No love, no glory
No hero in her sky

I can't take my eyes off of you
I can't take my eyes off of you
I can't take my eyes off of you
I can't take my eyes off of you
I can't take my eyes off of you
I can't take my eyes...

And so it is
Just like you said it should be
We'll both forget the breeze
Most of the time
And so it is
The colder water
The blower's daughter
The pupil in denial

I can't take my eyes off of you
I can't take my eyes off of you
I can't take my eyes off of you
I can't take my eyes off of you
I can't take my eyes off of you
I can't take my eyes...

Did I say that I loathe you?
Did I say that I want to
Leave it all behind?

I can't take my mind off of you
I can't take my mind off of you
I can't take my mind off of you
I can't take my mind off of you
I can't take my mind off of you
I can't take my mind...
My mind...my mind...
'Til I find somebody new

(Damien Rice)

jueves, 25 de diciembre de 2008

La Torre Oscura 5 (fragmento)


(...) Miró a los hombres de Calla Bryn Sturgis (...)
-: Esto está lleno de gallinas (...)
-: ¡Los pistoleros no existen! - Bramó Overholser.
-: ... pero aunque los pistoleros existieran, ¿cómo van a hacer frente tres a cuarenta o sesenta? Y no hablamos de cuarenta o sesenta hombres normales, sino de cuarenta o sesenta lobos (...)
Según Andy, uno de los pistoleros en realidad era una mujer, pero Callahan no quiso remover más las aguas (...) Pensó que anhelarían aquello que descansaba debajo de las tablas de su iglesia. Y eso era bueno, porque había despertado. El Viejo Amigo, quien una vez había huido del pueblo Jerusalem's Lot, quería deshacerse de aquella cosa. Si no lo hacía pronto, lo mataría.
Ka había llegado a Calla. Ka es como un viento.
-: A su tiempo señor Javier. Todo a su debido tiempo, sai.
Mientras tanto, un susurro se había iniciado en la Sala de Reuniones que se propagaba por los bancos de boca en boca, una brisa de esperanza y temor.
"Pistoleros"
"Pistoleros hacias el oeste, venidos de Mundo Medio."
Y era cierto, que Dios los ayudara. Los últimos descendientes de Arthur Eld se acercaban a Calla Bryn Sturgis por el camino del Haz. Ka es como un viento.
-: Ha llegado el momento de comportarnos como hombres - dijo el padre Callahan. Bajo la cicatriz de la frente, sus ojos ardían como lámparas. Sin embargo, su tono no estaba falto de piedad -. Ha llegado el momento de ponerse de pie, caballeros. El momento de resistir y ser consecuentes.

martes, 18 de noviembre de 2008

Your embrance


Tell me, what's the use

Of the twenty-four inch waist

If you don't touch me?

Tell me, what's the use again

Of being on TV every day

If you don't watch me?

This house is full of emptiness

My closet's full of dresses

That I'll never wear

My life is full of people

But you're my only friend

My best friend

Hope it isn't too late

To say "I love you"

Hope it isn't too late to say

That without you this place looks like London

It rains every day

Don't you know it, babe

I'm only half a body

Without your embrace.


Let me tell you why

My heart is an unfurnished room

Any suggestions?

Don't have to tell you more than that'

Cause no one knows me like you do

Without exception

This house is full of emptiness

My closet's full of dresses

That I'll never wear

My life is full of people

But you're my only friend

My best friend

Hope it isn't too late

To say "I love you"

I hope it isn't too late to say

That without you this place looks like London

It rains every day

Don't you know it, babe

I'm only half a body

Without your embrace.


Hope it isn't too late

To say "I love you"

Hope it isn't too late to say

That without you this place looks like London

It rains every day

Don't you know it, babe

I'm only half a body

Without your embrace.
(Shakira)

viernes, 14 de noviembre de 2008

La Torre Oscura 4 (fragmento)


El ka.

Se ayudaron mutuamente a desnudarse y se tendieron desnudos el uno en brazos del otro... Permanecieron tendidos con las frentes unidas como en la ensoñación de Susan y, cuando él encontró el camino hacia su interior, ella experimentó un dolor mezclado con una dulzura semejante a la de una exótica hierba silvestre... se entregó gimiendo en lo más profundo de su garganta mientras rozaba el cuello de Roland con los antebrazos... y al final Susan descubrió que había algo más que dulzura; había una especie de gozosa contracción de los nervios que empezaba allí y se extendía por todo su cuerpo. Gritó una y otra vez, pensando que no podía haber mayor placer en el mundo mortal, un placer capaz de causarle la muerte. Roland unió su voz a la suya y el rumor del arroyo sobre las piedras los envolvió... Así se unieron los amantes en la Baronía de Mejis, hacia el final de la última gran era, y el verde musgo sobre el que se juntaban los muslos de la muchacha se tiño del hermoso color rojo de la pérdida de su virginidad; así se unieron y así sellaron su condena.

El ka.

sábado, 18 de octubre de 2008

El suicida


Al pié de la Biblia abierta -donde estaba señalado en rojo el versículo que lo explicaría todo- alineó las cartas: a su mujer, al juez, a los amigos. Después bebió el veneno y se acostó. Nada. A la hora se levantó y miró el frasco. Sí, era el veneno. ¡Estaba tan seguro! Recargó la dosis y bebió otro vaso. Se acostó de nuevo. Otra hora. No moría. Entonces disparó su revolver contra la sien. ¿Qué broma era esa? Alguien -pero quién, cuándo- le había cambiado el veneno por agua, las balas por cartuchos de fogueo. Disparó contra la sien las otras cuatro balas. Inútil. Cerró la Biblia, recogió las cartas y salió del cuarto en momentos en que el dueño del hotel, mucamos y curiosos acudían alarmados por el estruendo de los cinco estampidos.

Al llegar a su casa se encontró con su mujer envenenada y con sus cinco hijos en el suelo, cada uno con un balazo en la sien. Tomó el cuchillo de la cocina, se desnudó el vientre y se fue dando cuchilladas. La hoja se hundía en las carnes blandas y luego salía limpia como del agua. Las carnes recobraban su lisitud como el agua después que le pescan el pez. Se derramó nafta en la ropa y al encender los fósforos, se apagaban chirriando.

Corrió hacia el balcón y antes de tirarse pudo ver en la calle el tendal de hombre y mujeres desangrándose por los vientres acuchillados, entre las llamas de la ciudad que se incendiaba.


(Enrique A. Imbert)

lunes, 13 de octubre de 2008

Breakdown


Open up the book you beat me with again.

Read it off one sentence at a time.

I'm tired of all the lines,

Convictions and your lies.

What right do you have to point at me?

Well, I'm sitting alone thinking about it all over coffee.

And still crowdin' my space are the things you still hold against me.

You cannot save me.


Well, it's not the time to breakdown.

It's not the time to breakdown.

It's not the time to break up this love,

Keep it together now.

It's not the time to break.


Read it all, no need for separating here.

You see what you want and try to justify.

All your little lines,

Convictions and your lies.

What right do you have to point at me?

Well, I'm sitting alone thinking about it all over coffee.

And still crowdin' my space are the things you still hold against me.

You cannot save me.


Well, it's not the time to breakdown.

It's not the time to breakdown.

It's not the time to break up this love,

Keep it together now.

It's not the time to break.


Open up the book you beat me with again.

Read it off one sentence at a time.

Well, it's not the time to breakdown.

Well, it's not the time to breakdown.

Well, it's not the time to breakdown.

Well, it's not the time to breakdown.

Well, it's not the time to break up this love,

Keep it together now.

Well, it's not the time to break,

Breakdown...


(Daughtry)

miércoles, 8 de octubre de 2008

All We are


I tried to paint you a picture,

the colors were all wrong

Black and white didn't fit you

And all along,

you were shaded with patience,

your strokes of everything

that I need just to make it

And I believe that

I could tear you apart but it won't break

anything that you are, you are...

We won't say our goodbyes

you know it's better that way

We won't break, we won't die

It's just a moment of change

All we are, all we are,

is everything that's right.

All we need, all we need,

a lover's alibi.


I walked a minute in your shoes,

they never would've fit

I figured there's nothing to lose

I need to get

some perspective on these words before I write them down

You're an island and my ship has run aground

I could tear your apart, but it won't break

anything that we are, we are

We won't say our goodbyes

you know its better that way

We won't break, we won't die

It's just a moment of change

All we are, all we are,

is everything that's right

All we need all we need,

a lover's alibi.

Every single day that I can breathe,

you changed my philosophy

I'm never gonna let you pass me by.


So don't say your goodbyes you know its better that way

We won't break, we won't die

It's just a moment of change...

All we are, all we are, is everything that's right

All we need, all we need, a lover's alibi.


(One Republic)

lunes, 6 de octubre de 2008

La disculpa


Un joven camina de un extremo a otro con mucho nerviosismo. Se rasca la cabeza y la sacude de un lado a otro muy pensativo.

-: Cómo, ¡cómo le digo! Me va a matar. Con la cara que tiene... esa mirada que parece decir “¡FUERA DE MI VISTA!” aún antes de abrir su boca. (da un salto como si se le hubiera ocurrido una gran idea y sonríe) ¿Y si le escribo una carta? (su sonrisa se desvanece con gesto de desilusión) ¡No, tengo que hablarle frente a frente!, ¡como un verdadero hombre!, ¡con valentía!... pero... ¿qué le digo?

Con un gesto de desesperación reanuda su marcha de un lado a otro. De pronto se detiene bruscamente y mira hacia el frente, como si le hablara a alguien que está delante suyo.

-: Buen día, señor Gutman (extiende su mano como saludando a alguien) Yo sé que su apellido significa “hombre bueno”, así que seguro debe serlo de verdad, y como es tan bueno, supongo que sabrá comprender mis actitudes y me va a perdonar. (se rasca los brazos y mira hacia el piso) Las cosas que hago, nos las hago por maldad, señor Gutman. Pasa que me sale la ira de adentro. (levanta nuevamente la mirada) Todo comenzó cuando yo le dije a su hija: “Te amo, Flor”, y ella me contestó muy despectivamente: “No me jodas, tarado”. Y se fue, y yo me quedé ahí, parado, como si de verdad fuera un tarado. De repente, sin pensarlo, saqué una moneda de mi bolsillo y de la rabia, rayé con ella el techo de un auto que estaba estacionado junto al cordón de la vereda.
(se retuerce como signo de vergüenza) No le voy a chamuyar. Yo sabía muy bien que ese auto era el suyo, señor Gutman. ¡Qué quiere que le haga!, me dejé llevar por el impulso. Pasa que su hija tiene los ojos negros más hermosos del barrio y quedé como embrujado cuando la vi por primera vez.
Le juro que yo soy capaz de hacer cualquier cosa por Flor, pero lo que yo siento no es correspondido.
Hace unos días la llamé por teléfono a Flor. La invité a sentarnos en el balcón de mi casa a tomar tereré y mirar la luna y las estrellas, pero ella me dijo re forra: “¿Mirar la luna y las estrellas?, ¡qué idiotez!, yo a la noche miro Patinando por un Sueño.” Entonces, yo me descontrolé por completo y fui corriendo hasta su casa, señor Gutman... y sí, fui yo el que tiró esa piedra que rompió el vidrio espejado de su ventana.
Asumo mi culpa, señor Gutman. Pero le aseguro que no soy un tipo violento, para nada. Pero es que su hija, tiene el dulce aroma de las flores, un aroma que me ciega, que me enloquece. Por eso, ¿cómo no me voy a poner como loco, cuando la vi la otra tarde en la heladería, tomando un helado con Santiago Monfardi, mirándose los ojos como dos bobos? Fue entonces cuando fui hasta su casa y le llené el picaporte de la puerta con Poximix.
Ya sé que mi forma de actuar deja mucho que desear. Ya sé que voy contra las normas y las buenas costumbres. También sé que así nunca voy a conseguir que Flor me ame como yo a ella. (mira a lo lejos con cara de éxtasis, como si volara con su mente) ¡Ay, Flor! Tiene las voz de los más bellos canarios.
(vuelve en sí y su expresión se vuelve de enojo) No se imagina lo que sentí cuando nos encontramos en la verdulería la otra vez. Yo volví a decirle que la amo, y ella, con esa voz de canario que sueño cada noche, me dijo: “Saldría con vos, si tuvieras la cara de Santiago Monfardi”. Me sentí tan mal, tan ofendido, que agarré un tomate duro y se lo tiré al primero que pasaba por la calle. Y ese que pasaba, era justamente usted, señor Gutman. (se arrodilla suplicante) ¡Perdóneme, por favor! Créame que no soy malo, es más, siempre fui el mejor de la clase, un ejemplo de conducta.
Ahora no sé qué es lo que me pasa, es como si no fuera yo.
Usted debe saber de estas cosas, seguramente estuvo enamorado muchas veces. Pero... dígame, ¿estuvo tan loco como yo?
Porque eso es lo que me pasa a mí, estoy loco de amor por su hija, y ella ni se da por enterada, no me da ni la hora. Ya se habrá dado cuenta usted que un neumático de su auto está desinflado. ¡Yo lo hice!, lo confieso, porque hoy Flor me sacó la lengua y me hizo fakiu.
No sé cómo disculparme, señor Gutman.
Tolo lo que hice, fue por amor.
(se queda en silencio unos segundos mirando hacia el piso, luego mira hacia delante y sonríe) Señor Gutman, ¿no me hace gancho con su hija? Dele, deje de lado el rencor, ¿sí?. Piénselo, señor Gutman, y después me dice.
Hasta luego (se da media vuelta y se va, se detiene bruscamente y vuelve) Ah, y mándele un beso de mi parte (sale corriendo. Apagón)

ADAPTACIÓN DEL CUENTO “ESCÚCHEME, SEÑOR GUTMAN”, DE DAVID WAPNER.

martes, 16 de septiembre de 2008

La Torre Oscura 3 (fragmento)


"... Ella había empezado a respirar con rapidez, y su pecho se alzaba y caía en veloces sacudidas bajo la canana del pistolero con su pesada carga de balas. Sus ojos ya no miraban hacia él; se habían vuelto hacia las lascas de piedra moteadas de mica. A sus espaldas, y a cierta distancia, un árbol se astilló y cayó al suelo. Más cornejas graznaron en el cielo. Absortos en el juego que ya no era juego, ninguno de los dos se dio cuenta.

-¿Ah, sí? -jadeó ella-. Conque sí, ¿eh?

-Así es. Ahora di la lección, Susannah, y sé certera.

Esta vez las palabras se desprendieron de sus labios como pequeños fragmentos de hielo. La mano derecha le temblaba ligeramente sobre el brazo de la silla de ruedas, como un motor al ralentí.

-No apunto con la mano; aquella que apunta con la mano ha olvidado el rostro de su padre.

Apunto con el ojo.

-Bien.

-No disparo con la mano; aquella que dispara con la mano ha olvidado el rostro de su padre.

Disparo con la mente.

-Así ha sido siempre, Susannah Dean.

-No mato con la pistola; aquella que mata con la pistola ha olvidado el rostro de su padre.

Mato con el corazón.

-¡Pues entonces MÁTALOS, por la gloria de tu padre! -gritó Roland-. ¡MÁTALOS A TODOS! "

martes, 26 de agosto de 2008

El témpano


Aveces, cuando pienso que todo está perdido,
voy hacia una de las formas de la muerte,
me pego un tiro con una palabra
que alguna vez me fue tan transparente.


Y en la ternura del agua que corre
te recuerdo en la llegada de unos trenes,
sales de los mares, curvas de los puertos,
con mujeres descalzas en el verde.


Voy hacia el fuego como la mariposa,
y no hay rima que rime con vivir...
no te pares, no te mates,
solo es una forma más de demorarse.


Y en las tardes tranquilas, cuando extraño todo,
pienso que todo no es lo que perdí;
una rosa de fe, aún a costa de perder, se pierde pero se gana.


La lucha es de igual a igual contra uno mismo,
¡y eso es ganarla!
No te pares, no te mates, solo es una forma mas de demorarte.


Recuerdo la quietud de la tierra, la quietud estaba adentro;
se cree más en los milagros a la hora del entierro.
"Este hombre trabajó, ¿quién escribirá su historia?"
La cal reseca, la viuda que sueña, los amigos que siguen igual,
la gloria en zapatillas, el florero vacío,
quién sabe si se puso a pensar; ¿para qué vivo?
¡Vivo para no perder!


Voy hacia el fuego como la mariposa,
y no hay rima que rime con vivir.
No se paren, no se maten, sólo es una forma más de demorarse...
No se paren, no se maten, sólo es una forma más de demorarse,
sólo es una forma más de demorarse...

Jorge Fandermole (Interprete: Juan Carlos Baglietto)

lunes, 11 de agosto de 2008

20 poemas de amor y una canción desesperada


POEMA 6


Te recuerdo como eras en el último otoño.

Eras la boina gris y el corazón en calma.

En tus ojos peleaban las llamas del crepúsculo.

Y las hojas caían en el agua de tu alma.


Apegada a mis brazos como una enredadera,

las hojas recogían tu voz lenta y en calma.

Hoguera de estupor en que mi sed ardía.

Dulce jacinto azul torcido sobre mi alma.


Siento viajar tus ojos y es distante el otoño:

boina gris, voz de pájaro y corazón de casa

hacia donde emigraban mis profundos anhelos

y caían mis besos alegres como brasas.


Cielo desde un navío.

Campo desde los cerros.

Tu recuerdo es de luz, de humo,

de estanque en calma!

Más allá de tus ojos ardían los crepúsculos.

Hojas secas de otoño giraban en tu alma.

jueves, 24 de julio de 2008

La Torre Oscura 2 (fragmento)


-¡Mira, Eddie! -gritó ella, y señaló arriba.

Él miró, y vio una sola estrella que resplandecía en el seno de la noche.

-¿No es hermoso?

-Sí -asintió él, y de pronto, sin razón alguna, sus ojos se llenaron de lágrimas. ¿Dónde había estado toda su puta vida? ¿Dónde había estado, qué había hecho, quién había estado con él mientras lo hacía, y por qué se sentía de pronto tan triste, tan lleno de mierda en grado abismal?

Ella tenía el rostro levantado y era terrible en su belleza, irrefutable en esta luz, pero la belleza era desconocida para su poseedora, quien sólo miraba la estrella con los ojos muy abiertos y maravillados, y se reía nuevamente (...)

(...) La mano de ella se extendió, titubeante, y él se la aferró, el delicioso marrón del chocolate liviano de la una, y el delicioso blanco del pecho de una paloma la otra (...)

(...) Se miraron el uno al otro, él vio que también a ella las lágrimas le corría por las mejillas. Volvieron las suyas, él las dejó caer ante la mirada de ella. No era vergüenza, sino un alivio indecible (...)

(...) Más tarde, con extrañas galaxias que giraban sobre sus cabezas en lentas espirales ninguno creyó que el acto de amor hubiera sido alguna vez tan dulce, tan lleno.

jueves, 19 de junio de 2008

La Torre Oscura I (fragmento)


Jake Chambers baja las escaleras con una cartera. Hay un libro de Ciencias Naturales, hay una Geografía Económica, hay una libreta, un lápiz, un almuerzo que la cocinera de su madre, la señora Greta Shaw, le ha preparado en la cocina de cromados y fórmica donde un extractor murmura eternamente y absorbe olores extraños.
En la bolsa del almuerzo lleva un bocadillo de jalea con manteca de maní, un bocadillo de salchicha con cebolla y lechuga, y cuatro galletitas Oreo. Sus padres no lo detestan, pero parece que lo tienen bastante olvidado. Han abdicado y lo han puesto al cuidado de la señora Greta Shaw, de institutrices, de un tutor durante el verano y de la Escuela (que es Privada y Buena, y, sobre todo, Blanca) durante el resto del año.
Ninguna de estas personas ha pretendido ser jamás nada que no sean: profesionales, los mejores en sus respectivos campos. Ninguna lo ha acogido en su cálido seno, como suele ocurrir en las novelas históricas que lee la madre, y que Jake a veces hojea, buscando los trozos "verdes". Novelas histéricas, las llama su padre a veces. Mira quién habla, dice su madre con infinito desdén tras una puerta cerrada ante la que Jake está escuchando. Su padre trabaja para la Red, y... probablemente... Jake podría reconocerlo en una rueda de identificación.
(...)Llega a la esquina y se detiene con la cartera a su lado. La corriente del tráfico ruge ante él: chirriantes autobuses, taxis, Volkswagens, un camión grande. No es más que un niño, pero nada corriente, y por el rabillo del ojo alcanza a ver al hombre que lo mata. Es el hombre de negro, y no distingue la cara, sino solamente la ondulante túnica, las manos extendidas. Cae a la calzada con los brazos abiertos, sin soltar la
cartera que contiene el almuerzo sumamente profesional de la señora Greta Shaw.
Una fugaz mirada a través del parabrisas polarizado le muestra el rostro horrorizado de un hombre de negocios con sombrero azul oscuro en cuya cinta destaca una pequeña y vistosa pluma. Una anciana chilla en la acera de enfrente; va tocada con un sombrero negro con redecilla. No hay nada de vistoso en esa redecilla negra, es como un velo de luto.
Lo único que hace Jake es sorprenderse, aparte de seguir teniendo la misma sensación de desconcierto precipitado de siempre. ¿Así es como acaba todo? Va a caer en mitad de la calle y contempla una grieta tapada con asfalto, a unos cinco centímetros de sus ojos. Su mano ha soltado la cartera. Está preguntándose si se habrá despellejado las rodillas cuando el automóvil del hombre de negocios con el sombrero azul y la pluma vistosa le pasa por encima. Es un gran Cadillac azul de 1976, con neumáticos de dieciséis pulgadas. Es casi exactamente del mismo color que el sombrero del conductor.
El coche le quiebra la espalda a Jake, le aplasta el estómago y le hace brotar por la boca un chorro de sangre a presión. El chico vuelve la cabeza y ve las luces de freno del Cadillac y el humo que despiden las ruedas traseras, ahora bloqueadas. El automóvil ha pasado también sobre la cartera y ha dejado sobre ella una extensa huella negra. Vuelve la cabeza hacia el otro lado y ve un Ford grande de color amarillo que se detiene a escasos centímetros de su cuerpo con un chirrido de frenos. Un tipo negro que empujaba un carrito para la venta ambulante de dulces y
refrescos corre hacia él. Por la nariz, los oídos, los ojos y el recto de Jake fluye sangre.
Tiene los genitales destrozados. Con cierta irritación, se pregunta si se habrá despellejado mucho las rodillas. El hombre del Cadillac corre hacia él, balbuceando. En algún lugar, una voz terrible y serena, la voz de la fatalidad, dice: "Soy un sacerdote. Déjenme pasar. El acto de contrición..." Ve la túnica negra y experimenta un súbito horror. Es él, el hombre de negro. Con sus últimas fuerzas consigue apartar la cara En
algún lugar, se oye por la radio una canción del grupo de rock Kiss. Ve su propia mano que se arrastra sobre el asfalto, pequeña, blanca, bien formada. Nunca se ha mordido las uñas.
Jake muere mirándose la mano (...)

Stephen King

miércoles, 18 de junio de 2008

Día especial


Yo no sé si es muy tarde para ti

Quiero desafiar la comodidad

No nos sirve más fingir

Yo no sé cuan efímero es tu error

Ya te perdoné

Adelante las agujas del reloj

Mi lágrima secó

Se aleja el temporal

Latiendo como el sol

Mi corazón no tiene edad

Para esperarte.

Este es un día especial

Quiero creer en otra oportunidad

Dimos un salto mortal

Y hoy vuelvo a ver

Un faro en la oscuridad.

Ya no estoy tan confusa como ayer

Solo la ilusión trae desilusión

Y es tan fácil de caer

El mundo en que creí

Lo eterno y lo fugaz

Prefiero darle fin

Aunque me ocultes la verdad más vulnerable

Este es un día especial

Quiero creer en otra oportunidad

Dimos un salto mortal

Y hoy vuelvo a ver

Un faro en la oscuridad.

Latiendo como el sol

Mi corazón no tiene edad...

Este es un día especial

Quiero creer en otra oportunidad

Dimos un salto mortal

Y hoy vuelvo a ver

Un faro en la oscuridad.
(SHAKIRA)
Dedicado para Nuish y Tom. Los amo con todo mi corazón y mi alma.

martes, 20 de mayo de 2008

Luna Roja


Él salió y dejó la casa vacía.

Se entregó al suave aire del desierto,

Y entonces bajó,
la luna roja, sobre el Mar Negro.

Luna roja.

Primero león, luego cordero.

Ruega a Dios, poder volver del desierto.

Desde que vió la luna roja,

sobre el Mar Negro.

Luna roja.

Cuidame, yo te cuidaré.

Yo también pagué placeres ciegos,

Y no quiero ver, la luna roja,

sobre el Mar Negro.

Luna roja, luna roja.

Es peligrosa.

Es peligrosa.

Es peligrosa.

Es peligrosa.

Te hace mortal.

Te hace mortal.

Te hace mortal.


SODA.-

lunes, 5 de mayo de 2008

Una de mis favoritas

Over the rainbow

When all the worldIs a hopeless jumble
And the raindrops
Tumble all around
Heaven opens a magic lane ...
When all the clouds
Darken up the skyway
There's a rainbow
Highway to be found
Leading from your windowpane
To a place behind the sun
Just a step beyond the rain ...

Somewhere, over the rainbow
Way up high
There's a land that I dreamed of
Once in a lullaby.
Somewhere, over the rainbow
Skies are blue
And the dreams
That you dare to dream
Really do come true.

Some day I'll wish upon a star
And wake up
Where the clouds are
Far behind me
Where laughter falls
Like lemon drops
Away above the chimney tops
That's where you'll find me ...
Somewhere, over the rainbow
Skies are blue
And the dreams
That you dare to dream
Really do come true.
If happy little bluebirds fly
Beyond the rainbow
Why, oh, why can't I?


Sobre el arco iris
Cuando el mundo entero
es una confusión irreparable.
Y las gotas de lluvia
caen por todas partes.
El Cielo abre un sendero mágico ...
Cuando todas las nubes
oscurecen el firmamento,
aparece el camino del arco iris.
Para que lo sigas
conduciéndote desde tu ventana
hacia un lugar detrás del sol.
Unos pasos más allá de la lluvia ...

En algún lugar, sobre el arco iris.
Muy en lo alto.
Existe una tierra que soñé
una vez con una canción de cuna.
En algún lugar, sobre el arco iris,
los cielos son azules.
Y todos los sueños
que te animas a soñar,
se hacen realidad.

Algún día encontraré una estrella
y despertaré donde moran las nubes.
Detrás de mí,
donde las risas caen
como gotas de limón
por encima de las chimeneas.
Allí es dónde me hallarás ...
En algún lugar, sobre el arco iris,
los cielos son azules.
Y todos los sueños que te animas a soñar,
se hacen realidad.
Si los pajaritos felices vuelan
más allá del arco iris
¿Por qué, oh, por qué no puedo hacerlo yo?


Over the Rainbow" ("Sobre el arcoiris") es una de las más famosas canciones de finales de la década de los 30, siendo el tema más recordado de la película de 1939, El Mago de Oz. Su música fue compuesta por Harold Arlen y su letra escrita por Yip Harburg. Fue especialmente escrita para Judy Garland. Posteriormente, la canción acompañaría a la actriz durante toda su vida: en todas sus apariciones públicas se le pedía que la cantara.
La canción ha sido considerada en numerosas ocasiones como una de las más grandes del siglo XX, aunque se dice que casi fue eliminada del filme.

miércoles, 30 de abril de 2008

Los Heraldos Negros

Hay golpes en la vida, tan fuertes…
Yo no sé!
Golpes como del odio de Dios;
como si ante ellos,
la resaca de todo lo sufrido
se empozara en el alma…
Yo no sé!
Son pocos;
pero son…
Abren zanjas oscuras
en el rostro más fiero
y en el lomo más fuerte.
Serán tal vez los potros de bárbaros atilas;
o los heraldos negros que nos manda la Muerte.
Son las caídas hondas de los cristos del alma,
de alguna fe adorable
que el destino blasfema.
Esos golpes sangrientos
son las crepitaciones de algún pan
que en la puerta del horno se nos quema
Y el hombre… pobre… pobre!
Vuelve los ojos,
como cuando por sobre el hombro
nos llama una palmada;
vuelve los ojos locos,
y todo lo vivido se empoza,
como charco de culpa,
en la mirada.
Hay golpes en la vida,
tan fuertes…
Yo no sé!

César Vallejo

miércoles, 16 de abril de 2008

La memoria - León Gieco

Los viejos amores que no están,
la ilusión de los que perdieron,
todas las promesas que se van,
y los que en cualquier guerra se cayeron.
Todo está guardado en la memoria,
sueño de la vida y de la historia.
El engaño y la complicidad de
los genocidas que están sueltos,
el indulto y el punto final
a las bestias de aquel infierno.
Todo está guardado en la memoria,
sueño de la vida y de la historia.
La memoria despierta para herir
a los pueblos dormidos que no la dejan vivir
libre como el viento.
Los desaparecidos que se buscan
con el color de sus nacimientos,
el hambre y la abundancia que se juntan,
el mal trato con su mal recuerdo.
Todo está clavado en la memoria,
espina de la vida y de la historia.
Dos mil comerían por un año
con lo que cuesta un minuto militar.
Cuántos dejarían de ser esclavos
por el precio de una bomba al mar.
Todo está clavado en la memoria,
espina de la vida y de la historia.
La memoria pincha hasta sangrar,
a los pueblos que la amarran y no la dejan andar
libre como el viento.
Todos los muertos de la Amia
y los de la Embajada de Israel,
el poder secreto de las armas,
la justicia que mira y no ve.
Todo está escondido en la memoria,
refugio de la vida y de la historia.
Fue cuando se callaron las iglesias,
fue cuando el fútbol se lo comió todo,
que los padres palotinos y Angelelli
dejaron su sangre en el lodo.
Todo está escondido en la memoria,
refugio de la vida y de la historia.
La memoria estalla hasta vencer
a los pueblos que la aplastan
y que no la dejan ser
libre como el viento.
La bala a Chico Méndez en Brasil,
150.000 guatemaltecos,
los mineros que enfrentan al fusil,
represión estudiantil en México.
Todo está cargado en la memoria,
arma de la vida y de la historia.
América con almas destruidas,
los chicos que mata el escuadrón,
suplicio de Mugica por las villas,
dignidad de Rodolfo Walsh.
Todo está cargado en la memoria,
arma de la vida y de la historia.
La memoria apunta hasta matar
a los pueblos que la callan y no la dejan volar
libre como el viento.

"Bandidos rurales", 2001

sábado, 29 de marzo de 2008

Espera que el viento cambie...


-:Hola, Lisey...

Habla en un susurro casi inaudible... pero Lisey lo oye con claridad y se acerca a él...

-:Scott -dice al tiempo que se arrodilla junto a la cama y le toma la mano ardiente- ¿Se puede saber qué puñetas hiciste esta vez?...

-:Tengo tanto calor, Lisey. ¿Hielo? ¿Por favor?

Scott vuelve a oprimirle la mano.

-:Me voy -anuncia con la misma voz apenas audible- Lo siento. Te quiero.

-¡No, Scott! -Y añade, aunque sea absurdo- ¡El hielo! ¡Ahora te traen el hielo!

Con lo que sin duda es un esfuerzo ímprobo, porque su respiración se torna más estridente aún, Scott levanta la mano y le acaricia la mejilla con un dedo abrasador...

Se acerca a él. a su calor agonizante. Percibe los últimos vestigios de la espuma con que se afeitó ayer por la mañana y la del champú de árbol de té con que se lavó el pelo...

-:Ve, Scott. Arrástrate hasta el puñetero lago...

-:No puedo -Susurra Scott-... Está en el camino... del lago. La cosa.

Lisey sabe de inmediato a qué se refiere. Impotente, mira hacia uno de los vasos de agua, donde a veces se vislumbra la cosa del costado moteado. Allí o en un espejo, o por el rabillo del ojo. Siempre en plena noche. Siempre cuando estás perdido, o atenazado por el dolor, o ambas cosas. El Chaval de Scott. El Chaval Larguirucho...

-:Dur... miendo.

Se encoje de hombros en señal de que lo siente y vuelve la cabeza a un lado...

-:Estaba perdido en la oscuridad -Susurra- Tú, me encontraste.

-:Scott, no...

Scott asiente. Sí.

-:Me viste entero. Todo...

Emplea la mano libre para describir un débil círculo. Todo sigue igual. Sonríe una vez más, sin dejar de mirarla.

-:Aguanta, Scott. ¡Aguanta!

Él asiente como si Lisey lo hubiera comprendido por fin.

-:Aguanta. Espera que cambie el viento.

-:¡No, Scott, el hielo! -Grita, porque no se le ocurre otra cosa- ¡Espera el hielo!

"Baby", dice Scott. "Babyluv", la llama. Y a partir de entonces el único sonido es el siseo constante de la mascarilla de oxígeno que lleva colgada alrededor del cuello. Lisey, se lleva las manos al rostro...


(Stephen King. La historia de Lisey. Fragmento)


martes, 18 de marzo de 2008

Porque nos lo debemos

Sobre todos los cadáveres que hemos
sepultado,
sobre todas las injurias
que día a día
hemos soportado respirando dolor,
argumentando razones
(para no volvernos locos)
sobre todo cuanto nos
han lacerado el alma
y
el cuerpo
levantemos
nuestro propio monte interior
y habitemos en él
con la sabirduría de quien ha perdonado todo
(sin olvidar)
y empecemos a inaugurar otros ritos.
Los sonidos de mi/tu MAR
me habitan.


Ana María Donato.

domingo, 9 de marzo de 2008

La tumba viva


Su hijo había dejado de existir... Con ese modo de moverse, un poco de fantoche, de los que en el caos de su vida deshecha se van desatando de la cordura, niña Fedina alzó el cadaver que pesaba como una cáscara seca hasta juntárselo a la cara fiebrosa. Lo besaba. Se lo untaba (...)
(...) Quejábase de Dios en un lenguaje inarticulado de palabras amasadas con llanto; por ratitos se le paraba el corazón y, como un hipo agónico, lamento tras lamento, balbucía: ¡hij!... ¡hij!... ¡hij!...
Las lágrimas le rodaban por la cara inmóvil. Lloró hasta desfallecer, olvidándose de su marido, a quien amenazaban con matar de hambre en la Penitenciaría, si ella no confesaba (...) Y cuando el llanto le faltó que ya no pudo llorar, se fue sintiendo la tumba de su hijo, que de nuevo lo encerraba en su vientre, que era suyo su último interminable sueño (...) La idea de ser la tumba de su hijo acariciaba el corazón como un bálsamo (...) Sin enjugarse el llanto, se arregló los cabellos como la que se prepara para una fiesta y apretó el cadáver contra sus senos, entre sus brazos y sus piernas, acurrucada en un rincón del calabozo.
Las tumbas no besan a los muertos, ella no lo debía besar; en cambio, los oprimen mucho, mucho, como ella lo estaba haciendo (...) Niña Fedina cerró los ojos -las tumbas son oscuras por dentro- y no dijo palabra ni quiso quejido -las tumbas son calladas por fuera- (...)

(Miguel A. Asturias. El Señor Presidente)

martes, 4 de marzo de 2008

Para mi amigo, Jorge.


"... -Buenos días - dijeron las rosas.

El principito las miró. Todas se parecían a su flor.

-¿Quiénes sois? -les preguntó, estupefacto.

-Somos rosas -dijeron las rosas.

-¡Ah! -suspiró el principito.

Y se sintió muy desdichado. Su flor le había contado que era la única de su especie en el universo. Y he aquí que había cinco mil, todas semejantes, en un solo jardín.

"Se sentiría muy vejada si viera esto -se dijo-; tosería enormemente y aparentaría morir para escapar al ridículo. Y yo tendría que aparentar cuidarla pues, si no, para humillarme también, se dejaría morir de verdad..."

Luego se dijo aún: "Me creía con una flor única y no poseo más que una rosa común y corriente. La rosa y mis tres volcanes que me llegan a la rodilla, uno de los cuales quizá esté apagado para siempre. Realmente no soy un gran príncipe..." Y, tendido en la hierba, lloró.

Entonces, apareció un zorro (...) el principito domesticó al zorro (éste le dijo)

-Ve y mira nuevamente a las rosas. Comprenderás que la tuya es única en el mundo. Volverás para decirme adiós y te regalaré un secreto... "

(Quien haya leído la obra sabe cuál es el secreto, quien no, deberá leerla, JEJE)



jueves, 28 de febrero de 2008


A medias


Perdón, amor, por este deslucido

caminar a tu lado sin pasiones.

Por este paso vago, distraído.

Por esta integridad sin emociones.

Perdón, amor, por mi descolorido

mundo de medianías y traiciones.

Por este medio llanto sin tañido.

Por esta media risa sin canciones.

Pero a pesar de mis claudicaciones

yo necesito, amor, de tus razones

para la sinrazón de mi latido.

Por eso, amor, comprende mi gemido

y nunca, nunca, nunca me abandones.

No quiero ser, amor, el que no ha sido.


Luis Argañarás.

lunes, 25 de febrero de 2008

Nuevo album de Motel


Y te vas,
deslizando en la oportunidad,
para escapar.
A veces siento que la vida
es una cosa que nos deja,
nos aleja, nos refleja,
y nos avienta sin más.
Hay tantas veces que
quisiera protegerte
y de repente
simplemente lentamente volteas
y te vas
deslizando en la oportunidad
de dividir el tiempo para escapar,
la distancia es una eternidad
y no te puedes detener a esperar.
Puedo decirte tantas cosas que
quisiera me dijeras
me pidieras, me pudieras
prometer algo más
pero el silencio de tus labios
es el precio que te debo
pues te quiero y
nunca quiero dejarte
y te vas
deslizando en la oportunidad
de dividir el tiempo para escapar,
la distancia es una eternidad
y no te puedes detener a esperar
Para esperar
Entiendo que todo sucedió
a veces no creo en el adiós
si pudiera decirte que me voy
pudiera decirte a donde voy
y voy
y te vas
deslizando en la oportunidad
de dividir el tiempo para escapar,
la distancia es una eternidad
y no te puedes detener a esperar
déjame llevarte una vez más
y desde lejos junto a ti caminar
la distancia es una y nada más
y para siempre yo te voy a esperar.

martes, 19 de febrero de 2008

Tom, Nui y yo


Este día, no tengo nada para postear... AH! no, perdón... cómo que no??? Tengo para dejarles una fotito de mis dos mejores amigos y yo.


martes, 12 de febrero de 2008

Está lindo el barrio


Acá les dejo un fragmento de "Lo que me costó el amor de Laura", una opereta criolla del genio Alejandro Dolina. Esta es una obra que me trajo muchas satisfacciones en lo personal, y también, en mis primeros pasos como profesional.

El guardián:
Al que llega a este lugar
lo acompaña una nube
perversa y fatal.
Una mortal cerrazón
que es como una premonición.
Aquí andan los fantasmas de la terquedad.
El que se atreve a pasar
ya no puede volver atrás.

Pero está lindo el barrio,
el cielo es casi igual
con su constelación
de uso particular.
Y las novias ajenas
dicen al mirar...

Las chicas:
Yo no soy para vos,
nunca me has de besar...

El guardián:
Y las brujas dolientes de la decepción
soplan un viento de horror
que apaga el último farol.

Este es el rojo buzón
de las cartas que nunca jamás
llegarán.

Allí se puede esperar
a la novia
que no vendrá.

Y aquella es la Avenida de la Confusión.
Nunca se puede perder
el que no sabe a dónde va.

Pero está lindo el barrio
el cielo es casi igual
con su constelación
de uso particular

Y las novias ajenas
dicen al mirar...

Las chicas:
Yo no soy para vos
nunca me has de besar...

El guardián:
Y las brujas dolientes de la decepción
lloran un llanto de horror
que moja la última ilusión.

-Pero hay algo, enamorado, que usted debe recordar.

Tres años de su vida tendrá que pagar
por cada encuentro fatal
con los vecinos del lugar.

jueves, 7 de febrero de 2008

¿Cuán resistente es tu corazón?

Un poco de Stephen King...

"En el vestíbulo, me detuve a mirar en mi buzón, dentro había un papel rosa donde se notificaba la entrega de un paquete... Al leer el remitente se me contrajo el estómago: Carol Guerber.
Nate dormitaba en su cama... Me senté en mi escritorio, dejé el paquete frente amí, tendí la mano hacia el cordón y me detuve. Me temblaban los dedos. "los corazones son muy resistentes, Pete", había dicho Carol. "Casi nunca se rompen. La mayoría de las veces sólo se doblan." Tenía razón, desde luego... pero el mío me dolía mientras contemplaba inmóvil el paquete que ella me había enviado; me dolía mucho.
... Leí la carta dos veces... los ojos se me arrasaron de imprevistas lágrimas. Me llevé las manos a la boca para contener el zollozo que puganaba por salir.No quería despertar a Nate, no quería que me viera llorar. Pero lloré de todos modos. Sentado en mi escritorio, lloré por ella, por mí, por los dos, por todos nosotros. No recuerdo haber sentido mayor dolor en la vida que el que sentí entonces. Los corazones son muy resistentes, había dicho, casi nunca se rompen, y sin duda así es... pero, entonces qué ¿Qué sabemos nosotros? ¿Qué sabemos de los corazones en la Atlántida?

miércoles, 6 de febrero de 2008

Un poco de pop árabe


Uno de los géneros musicales que conforman mi amplia gama de gustos.

DUDU
Aðlamadan ayrýlýk olmaz
Hatýralar uslu durmaz
Kalanlar gideni gönlünde taþýr
Aþk sevene yük olmaz
Biz böyle bilir böyle yaþarýz
Ooo o da biliyor
Ooo o da seviyor
Ooo Bile bile kafa tutuyor aþka gözü kara
O yine bildiðini okuyor...
Çiçek gibi tazecik,
Kýymetli bi tanecik,
Ana sütü gibi tertemiz...
Dudu dudu dilleri,
Lýkýr lýkýr içmeli,
Gözleri derya deniz...
Bu gönül ona torpil geçiyor
Etrafýnda fýr dönüyor
El bebek gül bebektir o...
Ne yapsa inadýna hoþ görüyor
Kara kara düþündürüyor
Ooo onun da içi gidiyor
Ooo o da tasalanýyor
Ooo Bile bile kafa tutuyor aþka gözü kara
O yine bildiðini okuyor
Sen güldüðüme bakma,
Gör de duy da inanma,
Tuz buz oldu bu kalp ah on bin parça
Aldýðýn her nefeste
Attýðýn her adýmda burda olsa
Cancaðýzým yanýmda olsa...
Ata ata dertleri hep içime attým
Ýnsan gibi yaþamak benim de hakkým
Ýçimdeki zemberek kýrýldý artýk
Tamiri mümkün deðilse iþte o gün yandýk
Her gün yaðmur yaðabilir,
Ýnsan hata yapabilir,
Birbirimize tutunursak,
Belki güneþ doðabilir...

lunes, 4 de febrero de 2008

El ruido y la Furia (fragmento)

Faulkner es precursor de una técnica literaria "la corriente de la conciencia" por medio de la cual intenta representar con la mayor fidelidad el fluir de la conciencia de los personajes. Es por ello que nos encontramos con un texto aparentemente desordenado y a veces sin sentido. Esto y la falta de signos de puntuación son características de lo que se conoce como "monólogo interior directo". A continuación un fragmento de una de las obras de Faulkner, a modo de ejemplo.

Ella volvió a reclinarse sobre los brazos las manos abrazando las rodillas tú nunca has hecho una cosa así verdad
que hecho qué
eso lo que yo he hecho lo que yo hice
sí sí muchísimas veces con muchísimas chicas
entonces me puse a llorar su mano volvió a tocarme y yo lloraba sobre su blusa húmeda después ella tendida de espaldas mirando más allá de mi cabeza hacia el cielo yo veía una línea blanca bajo su iris abrí mi navaja
te acuerdas del día en que murió la abuela cuando te sentaste en el agua y tus pantalones

aproximé a su garganta la punta de la navaja
no llevará más de un segudo un segundo y entonces lo hago en la mía puedo hacerlo en la mía después
de acuerdo puedes hacerlo con la tuya
si la hoja es lo suficientemente larga Benjy está ya en la cama

no llevará ni un segundo intentaré no hacerte daño
De acuerdo
cerrarás los ojos
no así tendrás que apretar más fuerte
pon la mano ahí
pero ella no se movió tenía los ojos abiertos de par en par y miraba hacia el cielo más allá de mi cabeza
Caddy te acuerdas de cómo se enfadó Dilsey contigo porque te habías manchado los pantalones de barro
no llores
no estoy llorando Caddy
aprieta es que no vas a
pon la mano
no llores pobre Quentin
pero yo no podía evirtarlo ella apoyó mi cabeza sobre su pecho duro y húmedo yo oía su corazón latiendo firme y lentamente sin martillear y el agua que gorgoteaba entre los sauces en la oscuridad y oleadas de madreselvas que invadían el aire mi cuerpo descansaba sobre mi brazo y mi hombro

sábado, 2 de febrero de 2008

Me presento

Soy Gus y decidí crearme este blog para probar un poco la onda. La idea es que conozcan un poco acerca de mis gustos en cuanto al arte (música, literatura, teatro, espectáculos y demás)
Bueno, ahora sólo escribo como para comenzar a darle impulso a esto, veremos que es lo pirmero que cargo después.
Saludos a todos... paz, paz, paz...